Susana nos cuenta sobre la importancia de comenzar el nuevo año colocando a Dios en el primer y más importante lugar de nuestras vidas, ya que todas las demás bendiciones fluirán de ahí.
Es muy importante la necesidad de reflexión y crecimiento personal, y de utilizar las dificultades como oportunidades para profundizar nuestra relación con Dios.
Priorizar a Dios en nuestras vidas traerá bendiciones en todos los ámbitos.
La reflexión y el crecimiento personal son necesarios para identificar áreas en las que podemos estar desviándonos de la voluntad de Dios.
Las dificultades pueden ser oportunidades para fortalecer nuestra relación con Dios.