En este episodio, Ramón Hernández nos invita a comprender que las garantías en la vida, construidas mediante nuestro esfuerzo y capacidad, no son suficientes para guiarnos en nuestro día a día. Al entender que contamos con garantías mayores gracias a la obra de Cristo en la Cruz, nuestra perspectiva cambia al comprender nuestra naturaleza como hijos amados.