Aunque a veces nos llega el momento de soledad, desánimo, agotamiento o sentimos que no tenemos fuerzas, Dios nos brinda lluvia fresca de bendiciones cada mañana para volver a levantarnos con el gozo de Su Espíritu Santo.
La batalla no es fácil, pero cuando Dios renueva nuestras fuerzas podemos volver a levantarnos.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
(Romanos 8:28 RVR1960)