Si te encuentras a este hombre en la vida, pon atención, lo de él es de almas muy grandes.
Germán Madrazo se demostró a sí mismo y a todos los que han sido testigos de sus proezas que no existe un límite para los sueños cuando el espíritu tiene la fuerza suficiente.
Competidor olímpico de invierno, triatleta, empresario, padre y esposo abnegado, además de un hombre contemplativo, demuestra con su día a día que está prohibido rendirse.