La muerte, como parte de la vida, es un proceso de transición tan fuerte que cambia todo.
Nancy no sólo tuvo que afrontar este evento, sino también experimentarlo en dos frentes desgarradores. No obstante, las almas grandes son capaces de llevar estas experiencias a un nivel superior, sanar y buscar la manera de ayudar a los demás, porque tienen claro que está prohibido rendirse.