Estamos ya viviendo el Tiempo Pascual. Experimentamos la alegría de saber que Cristo, aún cuando ha pasado por la cruz, resucita y vive glorioso, llamándonos a tener esperanza en sus promesas.
Nosotros en este tiempo, también estamos pasando por la cruz, pero estamos llamados a vivir la esperanza, la esperanza de que Cristo vivo se queda entre nosotros, ¡esa es la alegría de la Pascua!