El Corazón de Jesús es más que un símbolo para los creyentes. Es un lugar donde podemos sentirnos seguros y protegidos incluso en medio de nuestros tiempos difíciles. El Corazón de Jesús quita de nosotros el temor de sentirnos rechazados, no amados u olvidados por Dios. También nos da el coraje para enfrentar estos desafíos sabiendo que cada momento de dificultad y dolor eventualmente conducirá a la alegría y la paz.