Una virgen concebirá y dará a luz un hijo y Dios estará con nosotros. Este milagro tan simple lo abarca todo: lo temporal y lo eterno, la condenación y la salvación, la vida y la muerte. Sin el milagro del nacimiento de Jesús solo tendríamos muerte y condenación. Pero el milagro va más allá, poniendo a Dios en medio de nosotros, pecadores.