

Todos los días tomamos decisiones para cualquier actividad que vamos a desarrollar. Por eso el reto de esta semana es tomar pequeñas decisiones que nos ayuden a ser mejores, que generen un cambio significativo en nuestra vida y en nuestro entorno.


Estoy seguro EN EL AMOR DE DIOS No sólo estamos seguros bajo el cuidado de Dios, sino que así estaremos para siempre bajo Su amor. No hay nada que podamos hacer para que Dios nos ame menos o más. Él nos ama sin ningún mérito de nuestra parte y sin medida.


Estoy bajo LA PROTECCIÓN DIVINA • Todos los hijos de Dios están seguros y protegidos en él. Como un padre que sostiene una red salvadora para su hijo mientras camina por la cuerda floja, nuestro Padre celestial “sostiene la red” para que no caigamos. ¿Qué dice Romanos 8:31? Nada podrá dañarnos, atacarnos ni impedir que se haga la voluntad de Dios en nuestra vida.


Estoy revestido CON LA JUSTICIA DE DIOS La Biblia enseña que estamos revestidos de la justicia de Dios (Job 29:14). Para poder entender este concepto, debemos diferenciar los dos significados básicos de la palabra justicia. ¿Cuáles son? Después de considerarlos, ¿que cree usted que significa “estar revestidas con la justicia de Cristo”? La justicia es tanto una cualidad del ser como una definición del comportamiento. Se nos dice “para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Corintios 5:21). Debido a que Jesucristo hace justa nuestra naturaleza, somos capacitados para hacer obras de justicia. Estar “revestidos de esa justicia significa que somos justos y realizamos obras justas.


Soy santo ¿Cuál es la definición correcta de santidad? Significa ser totalmente diferente. Dios no es una versión “mejorada” de lo que somos. Él es completamente distinto, es santo. Él nos ha llamado y capacitado para que también seamos santos, diferentes a lo que éramos y distintos al mundo; hemos sido apartados para cumplir sus propósitos: “sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:15–16).


Estoy completo EN CRISTO El corazón humano anhela conectarse con una persona significativa, alguien que lo haga sentirse completo. La Biblia nos enseña que ya estamos “completos en Cristo” (Colosenses 2:10). A la luz de la soledad que todos experimentamos de vez en cuando, ¿qué promete Jesucristo? Su presencia, su poder, su seguridad de que le pertenecemos — eterna y seguramente, su protección, su amor y afecto, y su aprobación.


He sido CONFORMADO A LA IMAGEN DE CRISTO Además de la obra que Dios ha planeado que hagamos, su propósito para nuestra vida incluye desarrollar nuestro carácter cristiano. Él dice que hemos sido predestinados para ser “hechos conformes a la imagen de su Hijo” (Romanos 8:29).


¿Qué es un embajador? ¿Qué hace? Un embajador es un representante. Representa a la persona que lo ha enviado. Nosotros somos enviados a decir y demostrar al mundo quién es Dios, y debemos mostrar en qué consiste su naturaleza. A menudo se dice que tal vez seamos la única “Biblia” que una persona pueda leer. Esta es una responsabilidad asombrosa, pero también una oportunidad bendita.


Fui creado PARA BUENAS OBRAS Antes de convertirnos en hijos de Dios, él ya había planeado y preparado una obra significativa e importante para nosotros. Su plan para nuestra vida ya estaba en su mente antes de que naciéramos. De hecho, aunque nos sintamos débiles o incompetentes, somos completamente capaces de realizar una poderosa obra para él—una obra de amor. No importa cuán insignificante parezca el trabajo que hacemos, nunca es pequeño a los ojos de Dios. Puesto que nuestro trabajo es valioso para él, ¿cuál debe ser nuestra actitud?


Nuestro padre celestial ha abierto una cuenta de banco a nuestro nombre donde ha depositado mucho más allá de lo que podemos gastar. ¿Cuáles son algunos de los recursos que ha puesto a nuestra disposición? Santidad, justicia, poder, autodisciplina, autoestima, dones espirituales, la capacidad de dar a otros su amor, discernimiento, sabiduría, y conciencia de su presencia.


Debido a nuestra relación con Cristo, tenemos un completo acceso a Dios y podemos acercarnos a él “con seguridad y confianza” Efesios 3:12


Su gracia es suficiente para cada circunstancia. Con ella podemos lograr todo lo que Dios quiere que hagamos. También nos da su gracia en abundancia de tal modo que nunca nos falta una cantidad adecuada de su gracia “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13)


Dios me HA DADO SU MISERICORDIA Jesucristo mostró misericordia con una mujer pecadora que fue sorprendida en adulterio. Una definición de misericordia es “compasión activa”. ¿Bajo qué circunstancias nos extiende Dios esa misericordia? Su misericordia sólo está limitada por la disposición de una persona en arrepentirse y recibirla. Vea Lamentaciones 3:22–25 para ampliar este concepto. ¿Puede recordar alguna situación en su vida en que usted esperaba justicia pero Dios manifestó su misericordia? ¿Quiere alguien compartir esa experiencia con el grupo? Controle lo que cada persona comparte, de tal forma que no monopolice todo el tiempo. Si alguien toma demasiado tiempo, puede interrumpir diciendo: “Queremos dar a otros la oportunidad de compartir. ¿Podrías resumir tu experiencia en una o dos frases más?” Lea Hebreos 4:16: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. A través de su vida, Dios le ha dado tanto su misericordia como su gracia. ¿Qué diferencia hay entre esos dos conceptos? Misericordia es no recibir lo que merecemos. Gracia es obtener lo que no merecemos. Merecemos el juicio, que resulta en muerte espiritual. Pero en lugar de ello, recibimos vida eterna con todos sus beneficios.


Tengo el PODER DE DIOS Dios “da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas” (Isaías 40:29). Según los versículos anteriores, ¿cuál es la fuente de nuestra fortaleza? ¿Cuánta fuerza recibimos? ¿Es esta una fuerza externa o interna? Dios es la fuente de todo lo bueno de nuestra vida. La suya es una fortaleza suficiente para cada necesidad y circunstancia. Es una fuerza interna que proviene de una fuente externa—de tal modo que no podemos vanagloriarnos ni enorgullecernos de ella.


¿Cómo puede renovarse la mente de una persona? ¿Qué resultado habrá? Así como una computadora se reprograma, pueden programarse nuevos procesos y patrones de conducta en su mente. Pablo nos dice que llevemos “cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:5). Esa declaración implica que siempre existe una decisión de la voluntad y que podemos hacer que nuestra voluntad cambie la forma en que pensamos. El resultado es que tenemos acciones y pensamientos piadosos dirigidos por Dios. Cada vez que un pensamiento viene a nuestra mente que evidentemente es contra la voluntad de Dios y contrario a su palabra, debemos reemplazarlo con la verdad bíblica.


Tengo su SANTO ESPÍRITU Dios diseñó el espíritu humano para ser lleno y controlado por el Espíritu Santo. ¿Cuáles son algunas de sus actividades en nuestra vida? (Lea Efesios 1:13; Juan 16:13; Lucas 12:12; Juan 14:26; Romanos 5:5; Romanos 14:7; 1 Corintios 6:19; 2 Pedro 1:21.) Consejero, Consolador, nos convence de pecado, nos otorga poder, nos enseña, interpreta las Escrituras, es nuestro intercesor, nuestro guía, el que revela a Jesús, el dador de los dones espirituales.


Tengo un NUEVO CORAZÓN Jeremías 17:9 describe el corazón humano diciendo: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” Y no sólo eso, sino que “no tiene remedio”. Desde que nacemos, nuestro corazón anhela la autosatisfacción. A la luz de esa deplorable condición, Ezequiel 36:26 nos ofrece alguna esperanza. ¿Cuál es la promesa de ese versículo? Cuando recibimos a Cristo como nuestro Señor, Él nos hace completamente diferentes de adentro hacia afuera. Ezequiel 18:31 señala cómo se realiza el proceso de renovación diciendo que nos da “un nuevo corazón” y un “nuevo espíritu”. Cuando Dios cambia el corazón de una persona, hay sanidad, libertad y esperanza para el futuro. El apóstol Pablo escribió a su joven discípulo Timoteo e hizo una lista de algunas características del nuevo corazón. ¿Cuáles son según 1 Timoteo 1:5 y 2 Timoteo 2:22? Amor, fidelidad, confiabilidad, moralidad, buenas obras, amabilidad, sobriedad, dominio propio, sabiduría, disciplina personal, fe no fingida, pureza, perseverancia, poder, buena conciencia, justicia, paz.


He sido RECONCILIADO Siempre que rompemos una relación (en especial si la otra persona es un amigo íntimo o familiar o un amor inolvidable), nuestro corazón anhela la reconciliación. La palabra griega que se traduce como “reconciliar” es “cambiar completamente, sustituir una condición por otra”. Según Romanos 5:10, ¿por qué necesitamos reconciliarnos con Dios? ¿Cómo sucede este proceso de reconciliación en nuestra vida espiritual? La condición de incredulidad significa ser enemigo de Dios. El pecado que busca la autosuficiencia denota que somos rebeldes ante Dios y por lo tanto, enemigos de la obra de su reino. Para ser reconciliados, esa condición debe cambiar radicalmente. Ese cambio fue realizado por la muerte de Jesucristo en sacrificio por nuestros pecados—un sacrificio que éramos incapaces de hacer por nosotros mismos.


He sido LAVADO Vuelva a leer 1 Juan 1:9. Dios promete perdonarnos cuando nos arrepentimos delante de él. ¿Qué otras cosas también promete en ese versículo? Tan grande como es su promesa de perdonarnos, igualmente grande es la promesa de limpiarnos de toda nuestra maldad. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, el concepto de la limpieza o lavamiento ritual era un requisito necesario para llegar ante la presencia de Dios. El Señor no puede morar en presencia del pecado, así que éste debe resolverse. Dios no sólo “aleja” el pecado de su presencia y de nosotros, sino que hace que quedemos ritual y realmente puros para que podamos estar en el “templo” de su presencia, habiendo eliminado toda nuestra impureza.


Lea 1 Juan 1:9. ¿Qué enseña este versículo acerca del amor y gracia de Dios? Dios nos ama tanto que cuando estamos de acuerdo con él acerca del pecado que hay en nuestra vida, él no sólo lanza ese pecado lejos de él, que es un ejemplo de lo que significa el perdón; sino que también “borra y deja limpia la pizarra donde estaban anotadas nuestras transgresiones” lavándonos de toda injusticia y borrando de su memoria nuestras faltas.


¿Alguna vez lo han demandado? Tal vez ha estado de pie ante el tribunal de la crítica y las acusaciones. Indefenso, enfrentó a sus enemigos que ocupaban las sillas del juez y del jurado. ¿Cómo pueden otras personas tener tanto control sobre los acontecimientos que afectan a nuestra vida? ¿Cómo resolver el dolor que nos causan las críticas y las conclusiones injustificadas? ¿Cuál es nuestra posición cuando los críticos auto nombrados nos condenan y nos dicen “culpable”? El día más importante de su vida cristiana es cuando fue llevado a juicio.


Salvo. ¿Quién no quiere ser salvo? Esta palabra se refiere a salvarse de algo. Qué bueno sería que toda la humanidad entendiera lo que dice la Biblia acerca de la salvación y de qué somos salvos. Somos salvos de una existencia eterna de total angustia y de un destino de tinieblas. ¿Quién no quiere estar libre de ello? Piénselo. Usted ha sido librado del reino de las tinieblas.


Ninguna frase de la Biblia ha sido más criticada, despreciada y satirizada que la que dice “os es necesario nacer de nuevo”. Pero Jesucristo no dio otra opción. Dijo que es necesario. Pero, ¿por qué?


¿Alguna vez ha anhelado que lo escojan porque lo quieren o desean tenerlo en un equipo? Querido hijo de Dios, él lo “escogió antes de la fundación del mundo”. Dios lo hizo porque lo ama, no porque sea fuerte, inteligente o capaz. No tenemos ningún mérito ni merecemos crédito alguno para ser escogidos. Claramente, Jesús dijo: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros” (Juan 15:16).


Los nazis sembraron el terror en quienes no eran de su raza, religión o gobierno. Durante la segunda guerra mundial, el principal blanco de su odio fueron los judíos. Les quitaron el poder, confiscaron sus propiedades, los encarcelaron y después los exterminaron en los campos de concentración. En Holanda, dominada por los nazis, la familia Ten Boom escondió valientemente a miles de judíos en su “refugio secreto” que se encontraba detrás de su relojería. El 28 de febrero de 1944, sucedió lo que más temían. ¡Su refugio fue descubierto! La Gestapo arrestó a toda la familia.


En 1939, millones de personas hicieron largas colas para ver la primera película que marcaba el fin de los filmes en blanco y negro e introducía el technicolor. “El mago de Oz”, que mostraba hermosos colores entretejidos a lo largo de la historia. Desde entonces, la industria cinematográfica no volvió a ser la misma. Los colores del arco iris le dieron una nueva identidad. En forma similar, el bautismo significa que no volvemos a ser los mismos. Para algunos, la palabra “bautismo” representa el blanco y negro, para otros, algo grisáceo y oscuro, una serie de malos entendidos.


Muchas personas tienen un disco mental rayado que repite la canción una y otra vez. ¿El título? “Si tan sólo hubiera …” Esa melodía sigue al frente de los mayores éxitos discográficos. El distintivo de esa canción es su brevedad, solo tiene una línea: “Si tan sólo —— entonces habría complacido a mi padre”. Ahora llene usted el espacio con lo que sea. “Si tan sólo … hubiera sido más aplicado … o destacado en los deportes … o si hubiera sido como mi hermano … o nacido antes … o no haber nacido”. No entendemos por qué ese estribillo de una línea sigue sonando a pesar del paso del tiempo.


Alguna vez ha llegado al aeropuerto, a la estación de autobuses o a un evento especial donde nadie estaba esperándolo, ni hubo quién le llamara por su nombre? ¿Alguna vez se ha apresurado a llegar a casa para compartir una noticia emocionante, pero ha encontrado la casa vacía y un silencio abrumador? Muy dentro de nosotros, tenemos la necesidad de sentir que somos reconocidos, apreciados y llamados por nuestro nombre.


¿A quién le importo? ¿Soy importante en la vida de alguien? ¿Tengo algún valor? Si no tiene respuesta a estas preguntas, no está solo. Pocas personas escapan a las filosas rocas del rechazo que hacen naufragar el alma. Pero Dios no quiere que ninguno de sus hijos se convierta en un alma náufraga.


Tal vez usted tuvo una infancia infeliz, o vivió en una situación en que no se sentía Amado. Esto puede afectar su vida profundamente a un de adulto, aumentando el anhelo satisfecho de ser amado y aceptado. Ahora eres hijo de Dios. Citas adicionales : Rom.8:16 / Ef.2:19 . Frase: estoy seguro porque… Soy hijo de Dios